Un día pude intuir (no demostrar) –no soy físico ni
científico- que era físicamente posible teletransportar objetos, a nivel
atómico, utilizando el experimento EPR. Más exactamente tele-transportar toda
la información contenida dentro de una partícula. Eso fue allá por la década de
los 80.
Manuel Augusto Bono
Bogotá, 1984
Desde entonces los físicos han sido capaces de
teletransportar fotones e incluso átomos de Ce (Cesio) enteros. Quizá en pocas
décadas los científicos sean capaces de teletransportar la primera molécula de
ADN y el primer virus.
El teletransporte cuántico explota algunas de las
propiedades más extrañas del experimento EPR. Los físicos empiezan con dos
átomos, A y C. Supongamos que queremos teletransportar información del átomo A
al átomo C. Introducimos un tercer átomo B, que inicialmente se entrelaza con
C, de modo que B y C son coherentes. Luego ponemos en contacto el átomo A con
el átomo B. A explora B, de tal forma que el contenido de información del átomo
A es transferido al átomo B. A y B se entrelazan. Pero puesto que B y C estaban
entrelazados, la información dentro de A ha sido transferida al átomo C. En
conclusión, el átomo A ha sido tele-transportado al átomo C, es decir, el
contenido de información de A es ahora idéntico al de C.
En 1993 científicos de IBM, dirigidos por Charles Bennett,
demostraron que todo esto era posible.
La información dentro de A ha sido destruida, lo que
significa que no tenemos dos copias de átomos A después del teletransporte. Pero
el contenido de información de su cuerpo aparecería en otro lugar. Quiere esto
decir que cualquier ser hipotéticamente teletransportado moriría en el proceso.
Tampoco el átomo A se ha movido hasta la posición del átomo C. Sólo la
información dentro de A es la que se ha transferido a C.
La primera demostración histórica de teletransporte
cuántico en la que se teletransportaron fotones de luz ultravioleta, se llevó a
cabo en 1997 en la Universidad de Innsbruck.
En 2004 físicos de la Universidad de Viena fueron capaces
de teletransportar partículas de luz a una distancia de 600 metros por debajo
del Danubio.
Una crítica a estos experimentos fue que se realizaron con
fotones de luz. Esto apenas es materia de ciencia ficción. Por eso fue
importante que, en 2004, el teletransporte cuántico se demostrara no con
fotones de luz, sino con átomos reales, lo que nos lleva un paso más cerca de
un aparato de teletransporte más realista.
Físicos del Instituto Nacional de Normas y Tecnología en
Washington D.C. consiguieron entrelazar tres átomos de Be (Berilio) y
transfirieron las propiedades de un átomo a otro. Otro grupo consiguió
teletransportar átomos de Ca (calcio).
En 2006 se consiguió otro espectacular avance que incluía
por vez primera un objeto macroscópico. Físicos del instituto Niels Bohr de
Copenhague y el Instituto Max Planck en Alemania consiguieron entrelazar un haz
luminoso con un gas de átomos de Ce (Cesio), una hazaña que involucraba a
billones y billones de átomos. Luego codificaron la información contenida
dentro de pulsos de láser y fueron capaces de teletransportar esta información
a los átomos de Ce a una distancia de casi medio metro.
<<Por primera vez –dijo Eugene Polzik, uno de los
investigadores, se ha conseguido teletransporte cuántico entre luz (la
portadora de la información) y átomos. >>
Pero ya es posible el teletransporte sin entrelazamiento.
Lamentablemente nuestra pobre Universidad y Centros de
Investigación españoles no andan por estas cosas. En España, eso de la
"fuga de cerebros" es pura patraña. Tienen que irse a otros lugares
donde estos experimentos se realizan y, entonces, quizá alguno pueda alcanzar
la condición de ser un "cerebro."
<<Todo esto es muy alentador al tiempo que puede
llegar a convertirse en algo bastante peligroso, a menos que el ser humano
cambie y su comportamiento varíe respecto a lo que ahora es ese comportamiento.
Pensemos en las consecuencias nefastas que un “artilugio” de estas
características puede tener en manos de terroristas o gobiernos opresores. La
Ciencia es algo maravilloso. Pero mucho más lo es el ser humano. >>